lunes, 4 de mayo de 2009

RAIMBOW. RISING. 1976.

En 1974, mientras Deep Purple transcurría las sesiones de grabación de “Stormbringer”, la tirantez entre el guitarrista Ritchie Blackmore y el resto del grupo llegaba a su punto límite. Y no pasó mucho tiempo hasta alejarse de la banda para hacer lo que en ella no podía. Llamó a su proyecto “Ritchie Blackmore's Rainbow” (más tarde Rainbow a secas) y editó su primer álbum en 1975, con una serie de sesionistas y una sola estrella: el cantante Ronnie James Dio.

Pero para salir de gira, armo un combo a la altura de las circunstancias: convocó al bajista Jimmy Bain, al baterista Cozy Powell (lanzado a la fama con el Jeff Beck Group) y al desconocido teclista Tony Carey.

Y con ellos grabó en 1976 “Rising”, seguramente el punto más alto compositiva y musicalmente alcanzado por Blackmore, superior incluso a sus años mozos con Purple.

Desde el enigmático comienzo con “Tarot Woman”, la placa es solo media hora de un nuevo hard rock melódico y crudo, épico y portentoso. Y no es aventurado decir que sentó las bases de géneros futuros (power metal y derivados, entiendáse en cuanto al aire neoclásico, no a la velocidad y fría atmósfera).Así es, antes que suecos pirotécnicos y magos con espadas, un cabrón del encordado y un pequeño gigante lo hicieron todo en un par de álbumes, y “Rising” fue el clímax.

Con una base densa y precisa, un Blackmore técnicamente indiscutible pero agregándole a lo suyo sentimiento, y Dio, que se daba a conocer al gran mundo imprimiéndole a las canciones garra y suavidad, emoción y tormento como sólo los elegidos pueden hacerlo.

Y confirmando una máxima: banda por la que pasaba, se elevaba a niveles de calidad infinitos.

Es lógico suponer que un trabajo histórico no sólo puede sustentarse en un buen desempeño de los músicos: También debe contener buenos temas.

Y aquí los hay, pocos (solo seis) pero con creces. Gemas como la ya mencionada apertura, “Run With The Wolf”, “Starstruck” y “Light In Black” contribuyen a que el álbum se disfrute como nunca, sin contar el momento más estremecedor: “Stargazer”, el ejemplo más valedero de como hacer rock con tonos clásicos y épicos, con Blackmore y Dio a pleno y también Carey, que descolla solo aquí, pero soberbiamente..
Aunque es difícil elegir posiblemente se este el mejor álbum de la época con dio .todo un disco legendario lleno de piezas únicas de heavy-metal y hard-rock. Canciones que si las escuchas con atención te pueden llevar a un mundo mágico lleno de magia y sentimiento.
Empezando por su impactante portada (una de las 10 mejores de la historia del rock, toda una obra de arte) y siguiendo por el pedazo de historia viva este álbum es toda una declaración de epica, metal, virtusismo y corazón.
Dio es casi dios y blackmore confirma que es el mejor guitarrista de rock de todos los tiempos, y claro destacar al mítico mercenario y salvaje 8con un golpeo de batería aplastante) cozzy powell. Una obra maestra y obligado a escuchar si quieres saber lo que es música echa con el alma. La saga Purple seguía dando los frutos.

1 comentario:

enchufa la guitarra dijo...

blackmore maestro de la guitarra!